12. ORACIÓN EN ACUERDO.

Bendiciones, el día de hoy estaremos hablando del poder que hay en la oración de acuerdo.

Versículo del día.

Mateo 18:19-20»También les digo lo siguiente: si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará. Pues donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí entre ellos.

Meta: Aprender a orar en mutuo acuerdo.

Reflexiona:

La palabra nos enseña que debemos unirnos en oración, en un mismo espíritu, un mismo sentir. Jesús dijo Por qué donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos. Esto quiere decir, que si dos o más personas se unen en un mismo sentir, haciendo y aceptando la voluntad de Cristo, él estará presente en medio de ellos.

En ocasiones la iglesia se une en oración cuando entiende que una persona está atravesando un problema o una situación muy difícil. Pero ¿qué pasaría si no solo nos pusiéramos de acuerdo cuando surge una situación de enfermedad, de peligro o de riesgo? Creo que si todos permaneciéramos en comunión y en oración, los unos por los otros fuéramos más efectivos.

Pablo en una ocasión dijo entonces, háganme verdaderamente feliz, poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito. Parece ser que cuando las personas se unen en un mismo sentir, o aceptan unirse en un mismo propósito, todo lo que hacen trae mejores resultados que cuando cada persona realiza las cosas de manera individual.

La biblia también nos dice ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? El acuerdo mutuo es la clave para que las personas puedan lograr cualquier propósito que se propongan. Cuando vamos en oración a la presencia de Dios, él nos escucha, Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Sin embargo, Jesús dice que si dos personas se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará.

La palabra acuerdo, representa una alianza, un pacto, es decir, estar de acuerdo en un mismo sentir, es un arreglo que hacen dos partes de forma conjunta.

Podemos pedir a Dios en oración, sabemos que él nos escucha, pero hay un misterio poderoso en la oración mutua. Cuando el apóstol Pedro fue encarcelado por el rey Herodes, dice la biblia en Hechos 12:4-5. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándolo a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía oración sin cesar a Dios por él.

Aquí vemos como toda la iglesia se puso de acuerdo, aunque posiblemente tenían diferentes opiniones, todos oraban sin cesar por Pedro. ¿Cómo respondemos nosotros ante las situaciones difíciles? La iglesia primitiva se unió a orar, no se unió para quejarse, ni para hacer cada uno lo que quisiera, tampoco se unieron para hacer su propia voluntad, sino que todos hacían la voluntad del Padre. Sus oraciones fueron escuchadas, porque tiempo después he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.

Pedro fue guiado por un ángel, a la casa de María, la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Entonces, podemos decir, que cuando el pueblo de Dios se une a orar, se une en mutuo acuerdo por una causa o por cualquier cosa les será hecho.

Pablo le dijo a Timoteo, en una ocasión exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; Podemos ver que Pablo conocía el poder del acuerdo, todos estarían trabajando por una misma causa. No debemos esperar que ocurran situaciones difíciles para unirnos en oración por nuestros hermanos. Y esto no significa que en algún momento no existan diferencias, pero si nos involucramos más en apoyar las necesidades de otros en la oración, no existirían muchos de los problemas que hoy preocupan a la iglesia.

El Señor conocía muy bien el poder del acuerdo, porque cuando los hombres se propusieron construir una ciudad con una torre que tenía el objetivo de llegar al cielo, para ser famosos y evitar ser dispersados por toda la tierra». El Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos». De esta manera, el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y, por lo tanto, dejaron de construir la ciudad.

Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. Así, la iglesia de Cristo no puede permanecer si no hay acuerdo, si no hay unidad. El Señor dijo y todo lo que se propongan lo podrán lograr, porque están todos de acuerdo, en un mismo idioma. Puede ser que la iglesia oré por un propósito constantemente, pero si no hay acuerdo no acontecerá aquello que pedimos, y ahí está el error en creer que con que todos estamos haciendo las mismas cosas aparentemente bien, orando en todo tiempo, ayunando, y cumpliendo la voluntad de Dios, seremos efectivos, pero si no hay unidad de nada me vale. Puede que el problema no se encuentre en la falta de oración, en la falta de colaboración de mis hermanos, sino en la falta de unidad.

Recuerda: El Señor está presente en cualquier propósito que hacemos en mutuo acuerdo conforme a su voluntad.

Ora: Señor, ayúdanos a permanecer unidos y perseverar en la oración. Ahora entiendo que todo lo que pidamos en tu nombre será hecho.

Agradece.

¿Por qué estás agradecido? Gracias, Señor, porque tú escuchas nuestras oraciones, gracias por enseñarnos la forma correcta de orar.

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