Bendiciones, hoy aprenderemos a presentar nuestras oraciones de agradecimiento a Dios. Veremos como la adoración y el agradecimiento a Dios disipan nuestras ansiedades, y preocupaciones.
Versículo del día.
Filipenses 4:6-7. “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Meta: Aprender a ser agradecidos, mediante la oración.
Reflexiona:
El apóstol Pablo en este pasaje les habla a los hermanos de Filipos acerca de que deben descansar en Dios. Dice, no se inquieten, no se preocupen por nada, en cambio, oren por todo y denle gracias a Dios por lo que él ha hecho. Y cuando aquieten su corazón y empecen a ser agradecidos, experimentarán la paz de Dios que supera todo lo que podemos entender y cuidará nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús.
Cuando nosotros aprendemos a aceptar la voluntad de Dios, seremos movidos al agradecimiento, Pablo dice, estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16.
En otras ocasiones hemos hablado de que debemos ser agradecidos con las personas que nos ayudan, debemos ser agradecidos cuando obtenemos una sanidad, o cuando somos bendecidos por Dios.
¿Estarías dispuesto a agradecer a Dios y a aceptar su voluntad en tu vida? Uno de los impedimentos u obstáculos que nos impiden vivir una vida llena de gozo y paz es cuando nosotros nos preocupamos, o nos turbamos con situaciones que lidiamos en el día a día. Pablo nos exhorta a orar por todo, no importa porque momento de tribulación, de preocupación estés pasando, toma un tiempo y empieza a confiar en Dios y a despojarte de todas las preocupaciones, y ansiedades, y comienza a agradecer a Dios, y experimentarás la paz de Dios.
La voluntad de Dios, es que estemos alegres, gozosos y que oremos en todo momento dando gracias a Dios. No importa cuál sea tu proceso hoy, no importa cuan atribulado te puedas encontrar, si permites que él haga su voluntad en tu vida y confías en él, y empiezas a alegrarte por todo lo que él ha hecho y eres constante en la oración, estoy segura de que toda ansiedad, todo pensamiento que no te dejaba descansar en Dios, se irá de tu vida y reinará la paz de Dios en tu corazón, y cuidará tus pensamientos.
Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento. Colosenses 4:2
Cuando vayamos a orar debemos tomar un tiempo para agradecer a Dios, si eres una persona bendecida, y tienes el favor y la gracia de Dios, empieza a agradecer por todo lo que eres, y todo lo que tienes y verás como el gozo de Dios invade tu corazón.
David descubrió un secreto, muy poderoso, y es alabar y agradecer a Dios en todo momento. David entendió que cuando él acepta la voluntad de Dios y deposita su confianza en él y empieza a adorar y a agradecer a Dios por encima de todas las cosas, todo temor, toda angustia y todo dolor desaparecen de su vida.
Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Salmos 106:1
¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. Salmos 107:1
Muchas veces cuando vamos a la presencia de Dios, lo primero que hacemos es presentar nuestras quejas y todas las cosas que nos han disgustado en el día, y no digo que no puedas expresarle a Dios como te sientes. Pero si empezamos a ir a la presencia de Dios con una actitud de agradecimiento y rendición, Dios se agrada con nosotros, porque Dios ve tu corazón, y él entiende que a pesar de todo lo que te ha acontecido en el día, eres capaz de ver sus bondades; porque cada obra que Dios hace en nuestras vidas por más pequeñas que sean traen sumo gozo.
¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de toda la tierra! Adoren al Señor con gozo. Vengan ante él cantando con alegría. ¡Reconozcan que el Señor es Dios! Él nos hizo, y le pertenecemos somos su pueblo, ovejas de su prado. Salmos 100:1-3.
Somos dichosos por pertenecer al pueblo de Dios, de ser sus hijos, porque somos hechos a imagen de él. Donde quiera que vayamos, somos sus representantes, tenemos su sello El Espíritu Santo y somos su pueblo escogido. ¡Este es un bello motivo para agradecer el día de hoy!
Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre. Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación. Salmos 100:4-5.
Siempre habrá un motivo para alabar a Dios; la adoración hace que el corazón de Dios se alegre, además, la adoración es un acto de agradecimiento a Dios. Cuando vayamos a su presencia intentemos presentarnos con un corazón agradecido.
Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle, Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.
El Señor no quiere escuchar nuestras quejas. A veces venimos cargados a la presencia de Dios con mil cosas en la mente y empezamos a pedirle lo que nosotros necesitamos y oramos según nuestro entendimiento y salimos con más preocupaciones, más cargados y continuamos cargando nuestras ansiedades. Y eso que para nosotros fue una oración, en realidad fueron palabras que no provocaron bendición, alegría a nuestra vida, sino todo lo contrario, produce rabia, frustración, tristeza, porque todo lo que le dimos a Dios en ese momento fueron palabras negativas. Pero a veces no nos damos cuenta de que estamos haciendo las cosas de manera incorrecta. En vez de ir a Dios con reclamaciones y quejas que provocan disgusto y frustración, debemos ir a Dios con una actitud de agradecimiento, reconociendo que él ha sido bueno a pesar de todo lo que nos haya acontecido. Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
Cuando comiences a ir a la presencia de Dios con acción de gracias y con una actitud de adoración, todos tus problemas se disiparán, y no tendrás que decir muchas palabras porque el gozo de Dios llenará tu corazón. Si hoy ibas a presentarle a Dios todo lo malo que te ha pasado, comienza la conversación dando gracias por sus bondades e infinito amor.
Recuerda estar siempre alegre, da gracias a Dios por todo, confía en él, y la paz de Dios guardará tu mente y tu corazón.
Ora: Señor, perdóname porque hoy reconozco que no he sido agradecida, gracias por enseñarme el modo correcto de presentarme ante tu presencia. Te doy gracias Dios, porque cada día me demuestras tu amor aun en las cosas más pequeñas, gracias por llenar mi vida de gozo y de tu inmensa paz. Gracias porque tus planes son perfectos. Hoy te alabo por todas las cosas maravillosas que has hecho en mi vida.